SENTENCIA AL CASO "L"

Se ejercita en el caso de autos demanda de omisión del deber de portar enblema denominado "L", basándose en que el demandado, D. Juan Carlos alias el webero ( o webudo, según se vea), partiendo de su desconocimiento de las normas básicas de cumplimiento en la peña, ha proliferado en salidas oficiales y oficiosas a las distintas canchas de práctica del noble juego de golpear a la pelota con un palo para con el menor número de golpeos meter la susodicha en un agujero destinado a tal efecto, suponiendo dichps actos una clara ofensa al grupo de peñeros celosos de sus tan arraigadas tradiciones.

Habiendo quedado claro en este juicio que el demandado era totalmente consciente de tal omisión y considerando muy grave el hecho de tan pertinaz reincidencia, condenamos a susodicho a:

Primero: Portar el más prestigioso trofeo de la Peñaen su bolsa de golf permanentemente por un período no superior al fin del primer torneo de la temporada 2011 del PGASTOUR ni inferior al fin del primer torneo de la temporada 2011 del PGASTOUR.

Segundo: El pago a una ronda a todos los miembros de la peña presentes el sábado 17 del presente en el hotel Aldama durante el transcurso de la Junta Extraordinaria que se celebrara en el mismo. El importe por peñero no podrá execder de los dos euros. En caso de que exceda dicho importe el peñero en cuestión abonará la diferencia.

Terecero: El demandado deberá jugar el primer torneo del PGASTOUR que juegue a partir del día de hoy con falda que el Comité de Competición le proporcionará. Este tercer punto podrá ser conmutado por distintos servicios a la Peña, quedando los mismos a valoración de la Junta Rectora. Como excepeción, y ya que aún no se ha constituido la Junta Rectora, este tribunal da por buenos los servicios que el demandado ha prestado a la Peña con la creación de la página Web y la inscripción del dominio www.pgastour.es

Cuarto: Este Tribunal condena a pagar tasas y gastos derivados del juicio al demandado.

Anexo: Ha sido éste un juicio muy vehemente, como corresponde a un primer juicio en un entorno nuevo.
Dos consejos, primero decirle al fiscal mayor prudencia y menos crispación, pues representa al pueblo y puede crear ambiente enrarecido. Segundo, acnsejar a este demandado y a los futuros un mejor abogado, pues con sujetos como el que le ha representado en este juico su causa está perdida de antemano. Desde este Tribunal nos preguntamos qué irresponsables docentes han puesto un sujeto tan peligroso en el noble y delicado arte de la defensa de los derechos de las personas. Al pseudoletrado decirle que mejor cambiar la oratoria y la Ley por el entrenamiento de la pelota y el palo, aunque si muestra la misma habilidad, aconsejamos a sus compañeros mantenerse alejados de este especimen durante su práctica para prevención de posibles golpes.

Concluir con el agradecimiento al Clero por sus constantes sabios consejos, su aplomo y su cordura.

Contra esta sentencia no cabe recurso alguno.

El Tribunal Inferior de la Peña